viernes, 30 de enero de 2009

Revisando,corrigiendo,simplificando

En los últimos días, varias personas me han comentado un problema que ven en El destino de Dháegrim: algunos nombres son complicados de pronunciar; tengo que reconocer que es algo que ya había pensado. Esta complicación viene de el hecho de que no hace mucho leí La saga de las islas Orcadas, relato que narra los hechos de varias generaciones de reyes y señores que gobernaron esas islas y algunas regiones de Escocia y Escandinavia allá por los siglos XI y XII, si no recuerdo mal. Muchos de los nombres que aparecían me llamaron poderosamente la atención; creo que no llegué a tomar ninguno directamente, pero si me quedé con la gramática, salida directamente del noruego antiguo, lengua de la que descienden, en mayor o menos medida, todas las lenguas nórdicas actuales: el Noruego moderno,el Sueco, el Danés y el Islandés. Tengo que reconocer que las cosas se complicaron incluso para mí, y el ejemplo perfecto es el nombre de Hjíadfahl ¿cómo c*****s se pronuncia la primera sílaba? pues vendría a ser algo así como "Hschí" (con h aspirada, claro)...demasiado rebuscado. Voy a mantener algunas cosas, principalmente los fonemas [kh] (pronunciado como j) y [dj] (pronunciado como dch), pero nada más complejo que esto. He buscado glosarios de nombres escandinavos, especialmente femeninos, que me van a venir de perlas.

Pero esto no es lo único que voy a revisar. El capítulo que he terminado recientemente, el quinto, ha resultado ser el que he escrito más rápidamente y de manera más fluida, y ha supuesto un punto de inflexión, marcando el que será el estilo que caracterice a la novela. Puede que recordéis que mi intención era alternar dos tonos: uno más épico para la parte de Dháegrim y otro más sucio para la parte del imperio, pero también recordaréis que siempre insisto en que nada está grabado en piedra y que todo es susceptible de revisión, por lo que ahora toca volver a contar lo ya contado pero teniendo esto en cuenta. Con esto no me refiero tanto al contenido como al estilo: obviamente, Dháegrim no puede hablar ni comportarse como Urúndakh; lo que quiero decir es que he hallado un modo de contar la historia que me resulta más cómodo y natural que hasta ahora. Por supuesto, eso no significa que me detenga en el progreso de la novela: ya he iniciado el capítulo sexto, en el Djioremf y sus compañeros tendrán su primer encuentro con un hombre dragón...ya tenía ganas de sacarlos.

Bueno,espero haberos puesto los dientes largos. Hasta la próxima,amig@s

viernes, 16 de enero de 2009

Personajes: Hjiádfahl, emperatriz consorte

Ya he hablado largo y tendido sobre el emperador en una entrada anterior. Ahora le toca el turno a Hjíadfahl, la emperatriz.





"La emperatriz era una jovenzuela que pasaba por su decimoctavo
invierno; aun conservaba cara de niña, redonda y pecosa, sus ojos grandes y su
nariz respingona le daban un aire travieso, todo enmarcado por una hermosa
melena dorada con dos largas trenzas que caían desde la diadema de plata
delicadamente trabajada, puesta a modo de corona."





Debo empezar reconociendo que apareció en un momento algo tardío; en principio el Emperador permanecía viudo a lo largo de toda la historia, pero desde el momento en que decidí introducir a este personaje, resultó dar mucho juego, propiciando, de entrada, un triángulo amoroso con Urúndakh, el heredero y dándole a éste una nueva motivación para sus actos posteriores. También me da la oportunidad de profundizar en las leyes y costumbres de Nordheim, dando a entender que la poligamia, o al menos la bigamia, es una práctica corriente entre la realeza y la nobleza del imperio (aunque, en este caso, las dos esposas no coincidan, ya que la primera ha muerto)

En cuanto a la inspiración para el personaje, surgió de una manera absolutamente casual: en una fase totalmente embrionaria, cuando apenas estaba definido, vi en la web de msn (esa que sale cuando abres el correo y que nunca me acuerdo de configurar para quitarla) el típico reportaje chorras, en este caso, un pase de moda de lencería. La modelo que salía en la foto inicial llamó poderosamente mi atención y empecé a indagar sobre ella






Jessica Stam, modelo canadiense de 22 años, resultó ser la encarnación perfecta para Hjíadfahl. Bueno, vale, lo de las pecas es una aportación propia, pero quizá venga por el influjo de una película que me entusiasmó: Beowulf, de Robert Zemeckis











He aquí a las dos reinas de Beowulf. La excelente película de animación 3D, adaptación soberbia del poema épico anglosajón, que ha resultado ser una de mis grandes influencias a nivel visual. El parecido de Hjíadfahl con Úrsula, la más joven es un tanto evidente, pero al describir su aspecto también tenía en cuenta a la mayor, Welthew. La mezcla de todas esta imágenes conforman el aspecto definitivo de la reina (quizá haga una dibujo, pero los personajes femeninos se me dan peor)

Como ya he comentado, Hjíadfahl es un personaje que tendrá bastante influencia en el devenir de los acontecontecimientos, aunque más adelante cederá protagonimo ante otro personaje que hasta entonces se mantendrá en un discreto segundo plano... pero eso prefiero dejarlo para el momento adecuado.

jueves, 15 de enero de 2009

Trasfondo y ambientción: Los hombres dragón

Es curioso que,siendo uno de las criaturas a las que llevo más tiempo dando vueltas sobre su concepto y diseño, haya tardado tanto en hablar de ellas, pero ahí está:

"Los hombres dragón. Urundakh se preguntó que tendrían de hombre esas criaturas, aparte del nombre. Casi tan estremecedor como el sacrificio a Wurmdag fue ver por primera vez el nacimiento de uno de esos monstruos. La semilla del dragón era depositada en decenas de desgraciadas esclavas y prisioneras cada semana y a la siguiente daban a luz a pequeños demonios que en tres meses ya eran más grandes que un hombre. Cuando alcanzaban su máximo tamaño, le sacaban la cabeza al los hombres más altos y triplicaban su peso. Tenían la ferocidad de un oso y el doble de su fuerza y eran obedientes y rematadamente estúpidos: el soldado perfecto.

¿Y las mujeres? Lo normal es que al mes murieran de agotamiento, si es que antes no se habían desangrado o sucumbido a alguna complicación por sacar de su vientre a un monstruo el doble de grande que un bebé normal."


La prole del dragón. Así se conoce a estas criaturas que conforman buena parte del ejécito imperial. Si éste no está compuesto exclusivamente por estas bestias, se debe únicamente al tiempo y recursos que hay que invertir en su cria, aunque desde luego, son una fuerza de choque formidable, y siempre son colocados en primera línea de batalla, provocando desde el primer momento un daño bastante serio entre las filas enemigas, que se ven impotentes ante el empuje destructivo de estas moles que son todo músculos y piel escamosa.

Es posible que algunos, al leer esto, penséis que me he inspirado de una manera no demasiado disimulada en los trolls de El Señor de los Anillos, aunque, inicialmente, no pensé en ellos cuando ideé a la prole del dragón, si no en algo mucho más real y tangible.


Este es el gigantopitheco, un simio gigante emparentado con el orangután, sólo que de un tamaño mucho mayor; de hecho es el primate más grande que se sepa que ha existido, llegando a una altura de hasta tres metros. Vivía en el sureste asíatico y las causas de su extinción no están muy claras, quizá se debió a los cambios climáticos, o a no poder superara la competencia con otros animales.
Me he tomado la libertad de modificar el aspecto de este animal para que sea algo más amenazador y, obviamente, draconiano. Los hombres dragón tienen una gruesa piel escamosa, con algunas escamas abultadas y endurecidas sobre el lomo y los hombros a modo de refuerzo blindado. Su morro es más alargado y recuerda ligeramente al de un cocodrilo o un dinosaurio carnívoro, con colmillos sobresalientes en ambas mandíbulas, especialmente los superiores. Para rematar, tienen unos pequeños cuernecillos en la frente.

En cuanto al momento en el que aparecerán, no os impacientéis, está bastante cercano.



martes, 6 de enero de 2009

Empezando el principio

Bueno,está costando más de lo esperado.
La verdad es que iba bastante lanzado: tenía como 5 o 6 páginas del primer capítulo, pero entonces me di cuenta de que no paraba de dar vueltas sobre la misma idea y que no estaba llegando a ninguna parte; desde luego, no a donde quiero ir.
Sin embargo, no ha sido tiempo perdido, he sacado algunas cosas en claro que son bastante aprovechables, como el excelente principio que ya os enseñé hace un par de entradas (a veces me molo a mi mismo) o la perfilación del personaje de Illgwenn, al que hasta ahora no tenía demasiado definido, sin embargo, quiero quitar algo de paja e ir a lo importante, aunque aún estoy en el camino de hallar cómo hacerlo.

Tampoco quiero descuidar las otras líneas argumentales: he retomado la historia de Nurdjiemf y Urúndakh, que ahora mismo es la que más me estimula. Para muestra, un botón:

"Urúndakh observó a su padre, que contemplaba el paisaje invernal a través de la ventanilla. Aún en su vejez, mantenía el porte y la fortaleza con los que había conquistado medio mundo. El gran dragón Wurmdag dormía ahora, hasta el momento en que volviera a ser invocado para una nueva campaña. El heredero mantenía un recuerdo vívido de lo que había pasado veinte años atrás, a medio mundo de distancia, cuando contempló, con un pavor que procuraba ocultar a la vista de su padre, cómo la oscura criatura que había surgido de las entrañas de la tierra con una forma apenas humana, se transformaba en un dragón mientras devoraba aún viva a la muchachilla que había sido ofrecida como víctima. También recordaba, aún con más temor, cómo El gran señor del Norte alabó el gesto del jefecillo tribal que los guió hasta la caverna, que ofreció a su propio hijo como sacrificio; Urúndakh observó y tomó buena nota."

Como veis, quiero profundizar un poco en la personalidad de las dos personas más poderosas del imperio: sus anhelos, sus miedos... Ya hemos comprobado cómo Nudjiemf se comporta como un déspota cegado por la ambición, pero se empezará a ver cómo su propósito de hacer de su heredero alguien a su imagen y semejanza ha transformado al primogénito en una sombra tras el trono de peligroso poder... pero no quiero adelantar demasiado.

En cuanto al bueno de Djiorenf, sólo decir que me ofrecerá la oportunidad de mostrar por primera vez a los bichos draconianos engendrados por Wurmdag, que no se lo pondrán nada fácil para llegar a su primera etapa del viaje... ya veréis, ya

De momento, eso es todo. Permaneced en sintonía
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